37 LÁPICES DE GRAFITO (O ALEJO EN SU LABERINTO) es la cuarta novela del escritor granadino Fernando G. Mancha.

Alejo es el protagonista de esta epopeya interior, de esta búsqueda, de esta aventura, de su aislamiento, de su cordura, de su laberinto. Encerrado en una celda de aislamiento encontrará la forma de no ceder a la fácil tentación que supone la locura. 

¿Y qué será aquello que le acompañe y le permita superar su pasado?

"...y, por fin, en una esquina, sentado en el suelo, logramos distinguir una figura humana, la de un hombre sin duda, y está vestido de forma elegante (resulta evidente que no se trata de un vulgar preso). Tiene la cabeza apoyada en la pared, algo echada hacia atrás, con el cuello ligeramente extendido, las piernas flexionadas y separadas, con las plantas de los pies bien apoyadas en el suelo y los brazos descansando en el regazo. Sus ojos permanecen cerrados y sus labios parecen susurrar algo que no llegamos a entender; nos da la impresión de que reza, de que habla con algún ser imaginario, y así debe de ser pues allí no alcanzamos a ver a nadie más.

El haz de luz, lenta pero inexorablemente, se desplaza por el suelo de la celda y horas después alcanza los pies del hombre, que continúa en el mismo sitio, en la misma posición."

(Fragmento del Preámbulo)